Esta colección está inspirada en los pueblos indígenas de Colombia, los cuales tienen gran importancia cultural en la historia de la humanidad; han conservado y dinamizado su cultura a lo largo de la historia pese a diversos factores.
En específico se profundiza sobre la cultura y cosmovisión del pueblo Camsá, Kamsá o Kamëntšá, el cual está asentado en Putumayo y —al igual que muchas otras comunidades indígenas— se caracteriza por la continua defensa de su territorio y tradiciones ancestrales.
Consideran la naturaleza como la maestra de toda su cosmovisión. Una en especial, es la planta sagrada con la cual realizan la bebida yagé, que cura enfermedades físicas y espirituales y, en ocasiones, es usada para estimular el trabajo del artesano.
Se reinterpreta y simboliza su cultura por medio de elementos y conceptos representativos que llevan a pensar en ellos —como el uso de los múltiples colores que representan su entorno natural y simbolizan la experiencia del yagé, o el uso de anudados que simbolizan el arraigamiento a su tierra y cultura—, sin tomar explícitamente sus artesanías o costumbres para esto; se representa el fuerte arraigamiento a su tierra, tradición y cultura que ha sobrevivido a distintos grupos como conquistadores, explotadores y evangelizadores, mediante el uso de elementos entrecruzados, imitación de tejido plano y anudados y el uso de color marrón.
Se emplean textiles de fibras naturales, llevando también al textil la importancia de la naturaleza para el pueblo kamsá, tanto en su cosmología como en el uso de elementos naturales, y personificando asimismo el origen natural que mantienen en su estilo de vida.
La cultura en el pueblo Camëntsá va más allá de bailar en el día grande, vestir un sayo o decir que es indígena, la cultura abarca todas las manifestaciones propias del Camëntsá, entre ellas hablar en lengua materna, fomentar el pensamiento, creencias, tradiciones, como el día de los difuntos, bailes y la música propia.
La cultura Camëntsá está al interior de cada uno, ese sentimiento nace, se construye y se transmite a través de la lengua de generación en generación. Se aprecia desde su forma de reír, hablar, preparar bocoy, cuidar la tierra y otros aspectos que hacen particular al indígena Camëntsá.