Esta colección pretende mostrar —por medio del uso de transparencias, capas de tela superpuestas que cambien la percepción del cuerpo, el uso de mallas rústicas y los acolchados en cuerina— una especie de “filtro” estético de la realidad por medio del vestuario.

Las texturas realizadas tienen una estética atrayente que recuerda los filtros usados en las redes sociales, recordando a su vez a los libros, las bibliotecas, el mobiliario de cuero, el estilo retro, los colores vintage, motivos de estilo antiguo, prendas asociadas a la educación y el gusto por la literatura, etc.

Esto con el fin de mostrar el comportamiento de los usuarios de redes sociales y las imágenes que quieren proyectar allí con el contenido que comparten, poniendo énfasis en la red social Instagram, desde donde se hace una investigación de consumidor por medio de una influencer o instagrammer de moda para tipificar gustos, estilos y tendencias. A partir de este análisis se continúa el proceso creativo y se deciden los lineamientos estéticos, siempre pensando en el consumidor final.